Preparación del dulce de boniato:

1. Cuece el boniato pelado y troceado con la ramita de canela en abundante agua durante unos 20-30 minutos o hasta que esté blando.

2. Retira el agua de cocción, tritura e incorporar el azúcar y la ralladura de limón. Vuelve a poner al fuego y cuece a fuego lento sin dejar de remover hasta que se disuelva totalmente el azúcar. Cocina 10 minutos más, el boniato quedará más espeso. En este momento retiramos del fuego, puedes envasarlo o congelarlo hasta que lo vayas a usar.

Preparación de la masa:

3. Tamiza la harina junto a la levadura y la sal. Con la batidora a velocidad media-alta, mezcla la mantequilla con el azúcar hasta obtener una crema blanquecina y esponjosa. Añade los huevos a temperatura ambiente y ligeramente batidos. Incorpora también la vainilla. Bate hasta que todo esté integrado. Añade la harina poco a poco hasta integrarla.

4. Divide la masa en dos partes iguales. Aplánalas dándoles forma de disco y envuélvelas con film. Mételas en la nevera durante una hora (o toda la noche) hasta que endurezcan. La masa se puede congelar si la metes en una bolsa de cierre hermético o envuelta en plástico. Dura hasta 3 meses.

5. Saca la masa de la nevera. Espera a que pierda frio y se ablande un poco para poder estirarla. Estira con un rodillo dejando un grosor de medio centímetro más. Necesitarás un par de bandejas de cupcakes pequeños de metal o silicona. Úntalos bien con un poco de aceite y corta discos del tamaño de tus moldes. Forra cada cavidad con un circulo de masa. Cuando hayas puesto la masa en todos los huecos rellénalos hasta arriba con dulce de boniato. El dulce de boniato es preferible que lo hayas hecho con antelación para que no esté caliente.

6. Con un cortador en forma de estrella corta porciones de masa. Ponlas sobre los pastelitos, pinta con huevo batido y espolvorea con azúcar. Mete al horno precalentado a 180ºC calor arriba y abajo durante 15-20 minutos o hasta que estén dorados.