1.- Pon abundante aceite de oliva virgen extra en una sartén (un dedo mas o menos) y cuando este bien caliente pero sin llegar a humear echa primero un huevo y luego el otro.

2.- Con la espumadera vierte un poco de aceite sobre la clara para que no quede cruda pero evita  la yema. Cuando los bordes empiecen a dorarse el huevo estará listo.

3.- Saca al plato, pon una pizca de sal y unas lascas de trufa que puedes cortar con una mandolina o rallador y disfruta.

CONSEJOS IMPORTANTES:

• Los huevos han de ser bien frescos, compra los que su numeración empiece por 0 o 1 ya que estos corresponden a gallinas libres y merece la pena.
• Si quieres que el aceite no salpique  al freír el huevo puedes echar una pizca de harina antes de echar este en la sartén.
• Para que el huevo no se pegue a la espumadera calienta esta un poco en el aceite antes de echar los huevos.
• Para evitar accidentes, que se rompa la yema al cascar el huevo o que nos caiga un trocito de cascara es muy útil romper el huevo en un cuenco y echar después en la sartén, de esta forma evitamos complicaciones.