1º.- Tritura la remolacha y mezcla en un bol con los 130 ml del caldo , la miel, el aceite y la harina. Deja reposar está mezcla durante 20 minutos.

2º.- Amasa en intervalos de 5 minutos dejando reposar otros 5 minutos. Esta operación repítela cuatro o cinco veces. En el último amasado añade la levadura y amasa hasta que la masa este elástica y con brillo, y no se pegue. El amasado puede ser manual o con una batidora de gancho.

3º.- Deja reposar en un bol tapado con plástico y un paño limpio durante dos horas o hasta que doble su tamaño.

4º.- A continuación  divide la masa en 3 piezas iguales y dales forma de bola.  Déjalas reposar durante 10 minutos y después coloca dentro de un molde alargado engrasado. Yo he utilizado un molde de 31 centímetros.

5º.- Tapa el molde con una bolsa de plástico y un paño, y deja levar de nuevo un par de horas o hasta que doble su tamaño.

6º.- Precalienta el horno a 200º C y cuando la masa este lista baja el horno a 190ºC . Hornea durante 50 minutos aproximadamente en función de cada horno. Si ves que se tuesta mucho tapa el pan con papel de aluminio.

7º.- Una vez horneado deja enfriar sobre una rejilla, máximo 5 minutos y después saca del molde para que no se humedezca. Una vez desmoldado deja que se enfríe sobre la rejilla. Cuando esté frío podrás cortarlo en rebanadas.

CONSEJOS:

• A mi en esta ocasión no me ha quedado muy rojo el pan. El motivo ha sido por usar remolacha ya cocida.
• Te aconsejo usar remolacha fresca, bien en crudo o asada, triturarla y añadir para de esta forma obtener  un color más rojo en el pan.
• El pan una vez frio se puede congelar en rodajas.