By Carmen | 23 Jul 2018
Las rosquilletas, como se les llama en Valencia, o palitos de pan como se conocen en otros lugares, son un un snack muy rico. Podemos llevarlo a cualquier sitio y son ideales para picar en cualquier momento. Las de hoy llevan pipas y cuando comes una ya no puedes parar.
115 g de agua
35 g de aceite de oliva extra virgen
5 g de sal
250 g de harina de fuerza
5 g de levadura seca de panadería o 15 g de levadura fresca de panadero
100 g de pipas de girasol crudas
By Carmen | 23 Jul 2018
Las rosquilletas, como se les llama en Valencia, o palitos de pan como se conocen en otros lugares, son un un snack muy rico. Podemos llevarlo a cualquier sitio y son ideales para picar en cualquier momento. Las de hoy llevan pipas y cuando comes una ya no puedes parar.
1. Pon el agua, el aceite y la sal en un bol.
2. Añade la harina y la levadura. Mezcla y amasa hasta que se despegue de las paredes del bol.
3. Saca la masa sobre la mesa y añade las pipas. Amasa de nuevo hasta integrar las pipa. Forma una bola y deja reposar en el bol tapado con plástico y un paño.
4. Después del levado, divide la masa en porciones de unos 15 g. Forma bastoncillos alargados, estirando la masa desde el centro a los extremos, girando sobre ella misma.
5. Coloca las rosquilletas en una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Deja distancia entre ellas porque las dejaremos levar de nuevo. Si nos gustan saladas podemos ponerles un poco de sal gruesa por encima antes de meterlas al horno.
6. Precalienta el horno a 180ºC y cuando hayan doblado su tamaño, las horneamos 30 minutos o hasta que estén doradas. Deja enfriar sobre una rejilla.