1.El día de antes pon las chufas en un recipiente con abundante agua. Déjalas todo un día para que se hidraten bien.

2. Al día siguiente, tira el agua y enjuágalas. Vierte en el vaso de la batidora un litro de agua, (yo uso agua mineral porque   en Valencia el agua del grifo tiene mucha cal) la chufa y el azúcar o endulcorante que prefieras. Incorpora la cantidad en función de lo dulce que te guste, yo no le pongo. Tritura durante unos minutos hasta que la chufa quede totalmente molida.

3. Cuela la horchata con un colador fino  y vierte en una jarra o envase de vidrio.  Con estas cantidades obtendrás 800 ml de horchata. Guarda en la nevera y sirve bien fresquita.

SUGERENCIAS: Si quieres,  cuando tritures las chufas puedes ponerle un trocito de piel de limón y media cucharadita de canela en polvo. A mi personalmente  me gusta hacerla sólo con chufa para que el sabor sea el de horchata tradicional pero hay gente que le gusta con este toque. La horchata en una bebida deliciosa y sin gluten por lo que es una buena opción para las personas intolerantes al gluten.