Dejaremos la mantequilla 30 minutos fuera de la nevera cortada en trocitos.

IMPORTANTE: Respecto a los tiempos de fermentación, es importante tener en cuenta que varían en función de la época del año en la que hagamos los panecillos. Por ejemplo en verano estos panecillos  fermentan en 30 minutos y en invierno en 90 minutos. Aunque incluso estos tiempos pueden ser orientativos ya que pueden variar en función de la zona en la que vivas y de la temperatura del lugar donde los hagas. Por esta razón, una regla segura e importante para controlar la fermentación es: «los panes estarán listos para hornear cuando doblen su tamaño«. Por lo que es importante que controles este proceso.

Si los haces con panificadora:

1. Pon todos los ingredientes en la cubeta, primero líquidos y después sólidos seleccionamos el programa masa durante 20 minutos.

Si los haces a mano:

1. Pon todos los ingredientes en un recipiente amplio y mezcla. Saca la mesa y amasa sobre la mesa de trabajo hasta conseguir una masa lisa y manejable.

2. Corta porciones de 80 g y forma bolas, déjalas reposar 5 minutos en verano o 30 minutos si es invierno, tapadas con un paño húmedo.

3. A continuación, forma panecillos alargados con cada bola de masa y ponlas en la bandeja de horno, dejando espacio entre ellas porque crecen. Pinta con el huevo batido.

4. Hazles unos cortes transversales  y déjalos fermentar hasta que doblen su tamaño.

5. Precalienta el horno a  250º generando vapor, para ello pon un recipiente con agua en el fondo del horno y cuando metas la bandeja espolvorea con agua para generar más vapor.

6. Cuando los panecillos hayan doblado su volumen, pinta de nuevo con huevo y hornea a 210-230º durante unos 12 minutos, vigilar para que no se doren en exceso.

7. Dejar enfriar sobre una rejilla.

Te doy una idea, puedes congelarlos y comerlos cuando te apetezca, quedan igual de ricos.