1. Pon en el bol del robot amasador todos los ingredientes excepto la mantequilla. Amasa con el gancho durante 10 minutos. Añade la mantequilla pomada y amasa durante 5 minutos más. Unta con un poco de aceite un cuenco grande y pon en su interior la masa. Deja reposar hasta que doble su tamaño.

2. Engrasa un molde alargado y después echa harina. Reparte por todo el molde y sacude el exceso de harina. Saca la masa del cuenco y chafa con la palma de la mano para desgasificar. Estira la masa hasta formar un rectángulo del ancho del molde. Enrolla la masa y acomoda en el interior del molde. Deja reposar hasta que doble de nuevo su tamaño. Para favorecer la fermentación de la masa mete el molde dentro de una bolsa de plástico y tapa con un paño.

3. Precalienta el horno a 180º C  y cuando la masa haya levado hornea durante 40 minutos. Deja enfriar el molde 10 minutos sobre una rejilla. Después de este tiempo saca el pan con cuidado de no quemarte, así evitaremos que se humedezca. Ahora deja el pan sobre la rejilla para que acabe de enfriarse.

CONSEJO: Una vez frío puedes cortarlo en rodajas y congelarlo en bolsas herméticas.