By Carmen | 09 Sep 2017
Siempre que pienso en las soletillas se me antoja una taza de chocolate, son los recuerdos de mi infancia. Es lo que tienen los dulces tradicionales, evocan nuestra infancia.
4 huevos a temperatura ambiente
125 g de azúcar
125 g de harina
Azúcar para espolvorear
By Carmen | 09 Sep 2017
Siempre que pienso en las soletillas se me antoja una taza de chocolate, son los recuerdos de mi infancia. Es lo que tienen los dulces tradicionales, evocan nuestra infancia.
1. Encendemos el horno a 200º para que se vaya calentando.
2. Separamos las claras de las yemas, con cuidado de que no caiga nada de yema en el bol de la batidora. Batimos las claras a velocidad alta. Cuando estén medio montadas vamos añadiendo el azúcar poco a poco hasta conseguir un merengue firme.
3. Por otra parte bate las yemas de los huevos y añade a las claras. Mezcla lo necesario para que se integren las yemas. En este punto tamiza la harina e incorporarla poco a poco a la mezcla anterior con una espátula, con movimientos suaves y envolventes, de abajo hacia arriba. La masa estará súper esponjosa y aireada, como una mousse.
4. Cortamos la punta de una manga desechable y le colocamos una boquilla gordita. Si no tenéis boquilla no pasa nada, puedes utilizar la manga sin ella pero no hagas el agujero de salida demasiado grande.
4. Incorpora papel de horno en dos bandejas de horno. Ve poniendo tiras de masa en las bandejas dejando un par de dedos de separación entre soletilla y soletilla. Espolvoreamos con abundante azúcar y horneamos 10 minutos o hasta que empiecen a dorarse los bordes.
Se conservan bien en una lata durante días pero no creo que duren tanto. Son tan ligeras que coges una y otra y otra…