1. Pon todos los ingredientes en el bol del la amasadora. Coloca el gancho y amasa durante 10 minutos. Pasa la masa a un recipiente ligeramente engrasado y deja levar tapada con un paño húmedo hasta que doble su tamaño. Puedes hacer la masa por la noche y dejar que fermente lentamente en la nevera. Esta fermentación lenta mejorará mucho tu pan.

2. Corta porciones del tamaño deseado. Yo hago panecillos de 100 gramos de masa. Da forma redonda a cada porción y deja reposar 15 minutos. Después chafa y junta los lados hasta darle forma de bocadillo. Coloca las piezas en una bandeja de horno y deja reposar hasta que doblen su tamaño.

3. Precalienta el horno a 200ºC. Introduce al horno un cuenco con agua para generar vapor. Antes de meter los panes en el horno, haz un corte a cada panecillo a lo largo. Introduce la bandeja en el horno y hornea durante 20 minutos a  200ºC.  Cinco minutos antes de que se termine la cocción abre la puerta e introduce una cuchara de madera para que la puerta del horno quede entreabierta, de este modo el vapor sale y la corteza del pan se pone crujiente. Deja enfriar sobre una rejilla.

CONSEJO: Cuando estén frío puedes congelarlos en bolsas herméticas así podrás disfrutar de ellos cuando te apetezca.