Ingredientes:
5 huevos camperos
200 g de harina
50 g de coco rallado
300 g de calabaza asada
250 g de azúcar
50 ml de aceite de oliva suave
5o ml de bebida de almendras o soja
8 g de levadura de reposteria
La ralladura de un limón
Una pizca de sal
Bizcocho de calabaza y coco
By Carmen | 25 May 2018
Comensales: 8
Elaboración: 60 minutos
Elaboración:
1.-Precalienta el horno a 175ºC calor arriba y abajo.
2.- Asa la calabaza, puedes hacerlo en el horno o en el microondas. Reserva
3.- Separa las claras de las yemas. Pon las claras en el recipiente de la batidora y empieza a batirlas con una pizca de sal. Cuando estén a medio montar añade la mitad del azúcar y bate a velocidad alta hasta conseguir una textura de merengue, que forme picos fuertes. Reserva
4.- En otro bol bate las yemas con el azúcar, hasta obtener una mezcla cremosa. Incorpora la ralladura de limón, la calabaza bien triturada, el aceite y la bebida de almendra o soja y bate hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
5.- Tamiza la harina con la levadura y añade a la mezcla anterior. Después incorpora el coco rallado y mezcla hasta conseguir una masa suave.
6.- Agrega a la masa las claras montadas a cucharadas y con movimientos envolventes, de abajo hacia arriba para que no pierdan aire y consigamos una masa esponjosa.
7. Vierte la masa en un molde que previamente habremos engrasado, con spray desmoldante, con aceite o con un poco de mantequilla. Puedes utilizar un molde redondo de 22 cm o un molde de este mismo diámetro con orificio en el centro. Da unos golpecitos con el molde sobre la masa para que esta se reparta de forma uniforme por todo el molde.
8.- Introduce en el horno precalentado a media altura. Cuece durante 50 minutos o hasta que al pinchar el bizcocho con un palillo salga limpio. Una vez horneado dejado al menos 10 minutos sobre una rejilla antes de desmolda.
9.- Una vez desmoldado decora si quieres con azúcar glas. Es bizcocho es muy tierno y jugoso, con un delicado sabor a calabaza y coco.
CONSEJOS:
Este bizcocho una vez frío puedes congelarlo. Para ello corta en porciones individuales y envuelve cada una de ellas en film transparente, sellando bien los extremos. Cuando lo quieras consumir solo tienes que dejarlo descongelar y estará tan rico como recién hecho.